lunes, febrero 02, 2009

Paradoja de Abilene

Esta entrada es más que nada sobre conocimiento general, ya que hasta el momento no tengo en mente dar algún punto de vista sobre este tema, pero es interesante.

Antes que nada y para que todos lo entiendan, una paradoja es una oración o situación (normalmente teórica) que se contradice a si misma o que es imposible (por eso normalmente son situaciones teóricas). Por eso son divertidas/interesantes las paradojas, porque por su misma definición son imposibles.

Sin embargo, hay paradojas que podría decirse que son reales o pueden ocurrir, lo cual también hace interesante el tema. Este tipo de paradojas se llaman así porque simplemente no tiene lógica el resultado de las acciones, esto puede pasar en situaciones de varias disciplinas, como la física y sobre todo en la mecánica cuántica, y en la paradoja de la que voy a escribir que es una paradoja económica.

La paradoja de Abilene es una historia de un matrimonio que está con su hija y su yerno jugando dominó en una tarde calurosa y podría decirse que están a gusto, sin embargo, el suegro sugiere hacer un viaje a Abilene y todos dicen que les parece bien la idea y van a Abilene que estaba situada a 80Km, total que en viaje es malo, se aburren, hace calor, no ven nada y regresan hasta un poco molestos (creo que le estoy poniendo unas pequeñas exageraciones, pero le idea de la historia es la misma) entonces resulta que nadie quería ir a Abilene, el suegro lo propuso porque creía que los demás podían estar aburridos y que les podría gustar, la suegra no estaba de acuerdo con la idea, sin embargo creyó que a su esposo le iba a gustar, la hija y el yerno igual, creyeron que a los demás les iba a gustar ir a Abilene y dijeron que estaba bien ir.

Esta situación me parece que es de esas situaciones que se dan constantemente, quizás no siempre se de uno cuenta que actuó de esa manera cuando termina la situación, pero creo que es de esas cosas frecuentes. En Wikipedia se pueden ver varias explicaciones de por qué se da este fenómeno de "comportamiento grupal", una de esas razones es que a las personas no les gusta ir en contra del grupo. Sin embargo, también podría influir que no siempre se tiene una opinión acerca de todo, o ciertas cosas como ir a Abilene le son indiferentes a uno, o que en ocasiones uno llega a anteponer el "bienestar" de otras personas al propio, inclusive si no saben en qué consiste el bienestar de otras personas. Al juntar estas razones y seguramente hay más, podemos verlo claramente, si te proponen un viaje que la verdad no te interesa puedes aceptarlo o no, pero si crees que las demás personas van a estar a gusto con ese viaje y además no te interesa, pues es más probable que lo aceptes, y si además de eso todos "quiren" ir a ese viaje, pues hasta sería una actitud hóstil decir que no a un viaje al que todos quieren ir y en el que "todos van a estar a gusto" y que además a ti ni te importa.

En las empresas para evitar que se tomen esta clase de decisiones, en ocasiones alguien juega intencionalmente el rol de contradecir todo lo que digan los demás, esto se supone que en parte para que las demás personas que estén en desacuerdo se animen a hablar, pero según yo también para que los que están de acuerdo vean que hay otros puntos de vista y que la idea no es tan perfecta o simplemente para evitar gastar recursos en algo que no va a lograr ningún beneficio y que puede hasta ser incómodo (viajar 80Km de ida y de regreso a un pueblo para perder toda la tarde sin obtener ningún beneficio)

Por otro lado, cuando alguien tiene una postura firme sobre algo, por poner un ejemplo, si al yerno le gustara mucho comer en un restaurante de Abilene, hubiera hecho un esfuerzo para convencer a los demás de hacer el viaje, o por otro lado, si a la hija le diera miedo ir en coche en carretera o algo así, hubiera hecho un esfuerzo para convencer a los demás de no hacer el viaje.

Al final, el viaje a Abilene es un comportamiento que se da frecuentemente, según yo esto se da sobre todo por una falta de objetivos o por indiferencia colectiva hacia algo, pero se podría evitar si se hiciera una breve evaluación de los beneficios que se esperan o si vale la pena gastar energía sin esperar ningún beneficio (aunque en ocasiones es interesante tomar decisiones sin saber qué va a pasar), o simplemente, con externar tu opinión al respecto "no me interesa ir a Abilene, pero si ustedes quieren ir, adelante" o "yo estoy muy cómodo jugando dominó y hay que tomar en cuenta que está haciendo calor y es un camino largo".